La lana, la seda y el hilo me ayudaron desde niña a definir mi identidad. El textil me parece algo eterno, capaz de atrapar el tiempo y transmitir su paso.
Principalmente trabajo con la técnica del nuno, el enfieltramiento de la lana en la seda, porque su apreciación táctil tiene algo de orgánico y vital. Chillida decía que «el tacto es más que un sentido, es la interacción de todos los sentidos». Cuando la seda acepta recibir y entretejerse con la lana para convertirse en otro tejido, resulta algo mágico, siendo el fruto de mi trabajo de comunión con los materiales.
A la técnica anterior he sumado la estampación de la seda con óxido. Me interesa el tiempo, los cambios que provoca, y este es un proceso químico en el que objetos de hierro deteriorados y desechados dejan su impronta sobre un tejido noble como la seda,
transformándolo en una tela áspera y sin brillo, que cuando se lava resucita con toda su belleza.
Para mí ambos procesos simbolizan la transformación del ser humano a lo largo de su existencia.
¿Qué es lo que ves? Las huellas del tiempo atrapadas en los tejidos.
«LABERINTOS», un cubo de seda roja que habla del fluir y la permanencia, de la eternidad y el instante, y de la importancia de vivir bien el presente.
«SECUENCIAS», campos de color surcados por heridas que el tiempo convierte en hermosas cicatrices de identidad.
«FALL», inspirada en el haikú del poeta japonés Minteisengan: «Caed, pétalos del ciruelo/ Caed. Y dejad el recuerdo/ Del aroma», leído como un rito de paso vital como la muerte.
«LUP-DUP, LATIDO». Lup-dup es una onomatopeya para denominar en medicina los sonidos que hacen las válvulas del corazón al cerrarse. El latido separa la vida de la muerte, y la belleza del instante que no puede retenerse.
«GESTO». El círculo siempre ha sido el símbolo de lo eterno, porque no tiene ni principio ni fin. Pero 88 líneas representan la necesidad de ir más allá, de continuar avanzando a pesar de las dudas y dificultades. Esta pieza fue elaborada cosiendo las líneas con hilo para hacer una reserva de color, hilo que una vez teñida la tela se corta y el pliegue se vuelve a coser. El gesto de meter y sacar la aguja miles de veces ha sido como un mantra de meditación.
«RESONANCIAS». Tres recipientes tejidos por los hilos y nodos de la memoria. Cuando vemos un paisaje, sentimos un olor, escuchamos un sonido, nos cruzamos con alguien, ese paisaje, olor, sonido, momento, queda en nuestros recuerdos, que se transforman con el tiempo, y resuenan en nuestro interior, alterando nuestra realidad, y pasando a formar parte de nosotros mismos, de nuestra identidad.
La identidad, el dolor y el tiempo constituyen el sustrato vital sobre el que se asienta esta exposición.
SUSANA ARCE

LA ETERNIDAD EN EL INSTANTE
Flexible, luminosa, brillante, resistente, suave…. Ideal para trabajar con ella y en ella.
LA SEDA, instrumento perfecto que me ayuda a hacer arte y llevarla, tan sutil, a lo cotidiano, al día a día sin perder sus virtudes, características y cualidades.
Cuando en los años 90 descubrí la seda como lienzo para pintar, me enamoré de ella y desde entonces mis trabajos se han centrado en este precioso tejido.
En mis obras el color es un elemento fundamental y la seda es el tejido perfecto para darle la fuerza que yo quiero.
Mis “mantas de viaje” evocan al viaje de la vida y a un tiempo de experiencias, aventuras, alegrías, tristezas e infinitas emociones.
“La eternidad en el instante” es el intento de jugar con las diferentes texturas de mis obras y las de Susana Arce buscando la complicidad de los tejidos, formas, dimensiones y colores para llegar al interior de la persona que las está contemplando.
BERIT HALS