El objetivo del proyecto Fátima es afrontar el reto de la agricultura de precisión en cuanto al suministro de agua y nutrientes a los cultivos a lo largo de su ciclo de desarrollo y en las jornadas se presentarán los resultados obtenidos en los que han participado dentro del grupo español técnicos del ITAP, de la Universidad de Castilla-La Mancha y de la empresa ALIARA, demostrando que ya es posible realizar este tipo de prácticas.
La presentación de estas jornadas ha tenido lugar esta mañana con la presencia del vicepresidente de la Diputación y consejero delegado del ITAP, Agustín Moreno, el director del Instituto, Ramón López, así como del coordinador del proyecto, Alfonso Calera y la profesora Anna Ossan, de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Agustín Moreno explicó que en estas jornadas se confirma el origen y función del ITAP, como organismo investigador desde sus orígenes en el año 86 y con una estrecha vinculación con la universidad regional y los organismos europeos.
El consejero delegado del ITAP informó que este proyecto iniciado en el 2015 y que finalizará en el 2018, ha contando con un presupuesto de más de 7 millones de euros, siendo la aportación del instituto agronómico de unos 400.000 euros.
Moreno felicitó al grupo de investigadores por afrontar con éxito una cuestión tan fundamental para el desarrollo del sector agrícola como el uso de nutrientes y agua, de forma especial en un contexto de sequía como el que estamos padeciendo.
Por su parte la profesora Anna Ossan precisó que el ITAP ha desarrollado un papel clave en este proyecto europeo que engloba a 11 países y 22 socios y que estas jornadas van a ser el eslabón que una a otra jornada que se celebrará en Bruselas para dar visibilidad comunitaria a los resultados de esta investigación y de esta forma ir implementado esta práctica en los próximos años en los países de la Unión Europea.
En cuanto al desarrollo técnico del proyecto Alfonso Calero precisó que FATIMA tiene como objetivo desarrollar nuevas prácticas que ayuden al sector agrícola intensivo a optimizar la gestión y el uso de los nutrientes y de agua con la intención de producir alimentos de forma sostenible, optimizando rendimientos y reduciendo costes económicos a los productores, a la vez de beneficiar medioambientalmente a los suelos productivo con la reducción de la contaminación por nitratos.
En este proyecto han estado involucrados, según informó Calera unos 20 grupos de investigadores distintos países, en el que han colaborado unas sesenta personas, doce de ellas de origen español y el proceso de investigación se ha implementado en siete áreas piloto representativas de la producción de cultivos intensivos europeos como España, Italia, Grecia, República Checa, Austria, Francia y Turquía.
Los ensayos -precisó- se han realizado sobre los cultivos de trigo y de maíz, al ser los mayores consumidores de agua y nitratos y ser común a todos los países europeos.