Santiago Cabañero, presidente de la máxima institución provincial, no ha faltado a una de esas citas que son un fijo en su agenda en estas fechas: el paso por Hellín, cada Miércoles Santo, coincidiendo con el inicio de sus Tamboradas, abarcando una Fiesta de Interés Turístico Internacional que concentra a miles de personas en torno a la pasión por el tambor.

Dentro de esta jornada (sin duda, especial para cada hellinero y cada hellinera), Cabañero ha participado en el acto en el que, tradicionalmente, se reconoce a una persona destacada con el título de ‘Tamborilero del Año’, logro que este 2019 ha recaído en la figura de Encarnita Onrubia, la primera mujer que presidió (entre 2010 y 2013) la Asociación de Peñas de Tamborileros de Hellín.

El evento, emocionante e intenso donde los haya y con el sonido más característico de la localidad en estos días como protagonista, ha transcurrido en el Monumento al Tamborilero que se encuentra en el Jardín del Tamborilero.

Allí, junto a Ramón García, alcalde de Hellín y vicepresidente de la Diputación Provincial, Santiago Cabañero ha sido testigo de esta especial imposición de la túnica, el capuz y el tambor a la ya ‘Tamborilera del Año’ de este 2019, emocionada y feliz, viendo así reconocido por parte del cariño de su gente el gran trabajo que Encarnita Onrubia ha hecho no sólo por el tambor y la Semana Santa en Hellín, sino por distintos ámbitos sociales de la localidad, en los que siempre se ha implicado y lo sigue haciendo.

Hellín abre sus Tamboradas 2019, las primeras tras la Declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

El presidente de la Diputación ha trasladado su felicitación a Onrubia, y ha puesto en valor todas aquellas cualidades que la han hecho justa merecedora de este homenaje por parte de Hellín y a través de ese elemento que tanto la ha unido, desde siempre, a la localidad y a su esencia: el tambor.

Además, Cabañero ha podido subrayar durante la jornada lo importante que son estos días no sólo para Hellín, sino para el conjunto de la provincia y de la región, haciendo de la Semana Santa un gran aliciente para animar a todo el mundo a vivir plenamente lo que la localidad ofrece en estas fechas, con un protagonista especial: el tambor.

Más todavía, ha incidido, cuando apenas han pasado cinco meses de la feliz noticia de la Declaración del toque de tambor y las Tamboradas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO, y un mes después de la celebración, en Agramón, de las XXIII Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y el Bombo, que el presidente provincial también tuvo ocasión de disfrutar.

Más de 20.000 personas se congregaron entonces en la cita, demostrando la fuerza de un elemento singular y único para localidades como Hellín que, tal y como ha manifestado Santiago Cabañero en esta jornada especial y de nuevo entre más de 20.000 almas, “no podría entenderse igual sin la presencia en él del tambor presidiendo su Semana Santa”.

Veintiséis son las Cofradías y Hermandades centenarias que llenan de fondo y forma estas jornadas en Hellín, en torno a una Semana Santa que cuenta con imágenes de enorme valor artístico, como el maravilloso ‘Cristo Yacente’ de Mariano Benlliure, considerada por los expertos una de las cinco mejores esculturas del siglo XX.

En la atmósfera, además de los olores propios de esta tradición, el gran protagonista es el tambor, que congrega a una multitud (de todas las edades) que, ataviada con túnica negra y pañuelo rojo o negro al cuello, recorren la ciudad tocando el emblemático instrumento.

Tras el gran preludio en que se convierte cada Viernes de Dolores la Tamborada que ‘abre’ de alguna forma estos días en Hellín, la primera (oficialmente) es la que ha tenido lugar este Miércoles Santo, desde las 15:00 horas.

La de mañana, Jueves Santo, dará comienzo a medianoche, tras la Procesión del Silencio, extendiéndose hasta la tarde del Viernes Santo, después de la bajada al Calvario. El Sábado de Gloria tiene lugar la última de las Tamboradas, que acaba el Domingo de Resurrección, ya por la tarde, cuando se recoge la Procesión del Encuentro.