La puerta del Palacio de la Diputación de Albacete fue el lugar elegido para la concentración oficial que convocó la institución provincial como repulsa al asesinato ayer en Caudete de Ana Ghilda L.B., una trabajadora de 55 años del Servicio de Ayuda a Domicilio, dependiente del Consorcio Provincial de Servicios Sociales. Unas 150 personas se daban cita en este emotivo acto, en el que se guardó un minuto de silencio y en el que el presidente de la Diputación, Santiago Cabañero, aseguraba que "es un golpe para toda la sociedad, y nosotros nos sentimos en este caso especialmente agredidos y golpeados".

"Si bien técnicamente parece que no se puede hablar de violencia de género, dado que el agresor no era pareja o ex-pareja, todo indica a que la causa ha sido precisamente el intentar evitar un caso de violencia de género", expuso el presidente, quien lamentó que "el ser valiente y rebelarse a la injusticia haya sido la causa de que el agresor haya acabado con su vida". Cabañero declaró que un caso como éste "es de una tremenda crueldad" y trasladó el pésame tanto a la familia como a todo el pueblo de Caudete y al Consorcio de Servicios Sociales, "que era también su otra familia porque era una persona muy querida, una luchadora que aunque venía del extranjero estaba muy bien integrada desde hace muchísimos años y era una más de nosotros, como no podía ser de otra manera".

Para finalizar, el presidente trasladó el sentimiento de "dolor no sólo de la Diputación sino del conjunto de la sociedad albaceteña, que condena unánimemente esta barbaridad". Las banderas de la Diputación de Albacete lucirán un crespón negro en señal de duelo.