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Se trata de una de las compras más importante de las que ha gestionado la institución hasta la fecha en lo que a cantidad de artículos se refiere, con 750.000 mascarillas higiénicas y 83.000 del tipo FFP2, así como 1.250 garrafas de 5 litros de hidrogel. Son ya más de 3 millones las mascarillas adquiridas por la Casa Provincial desde que pusiera en marcha este mecanismo
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Coincidiendo con el azote de la sexta ola de contagios con la variante Ómicron aumentando la Incidencia Acumulada de forma acusada en todo el territorio nacional e internacional, a través de esta iniciativa que la Diputación comenzó a articular en abril de 2020, se persigue seguir ofreciendo a los Consistorios de la provincia un sistema que les permita dotarse, de manera ágil y a precios competitivos para las mermadas arcas públicas, de los artículos más necesarios en la lucha contra la pandemia
La Diputación de Albacete ha puesto en marcha su sexta compra conjunta de material de protección frente a la pandemia de la COVID-19, una de las más importantes en lo que a cantidad de material adquirido se refiere, a demanda de los propios Ayuntamientos.
Con la irrupción brusca de la variante Ómicron y su traducción en el exponencial crecimiento de los contagios en lo que está siendo una intensa sexta ola, la Diputación de Albacete ha puesto en marcha nuevamente este mecanismo al que daba forma en abril de 2020, contactando con el conjunto de los Ayuntamientos de la provincia para sondear en qué medida precisaban proveerse de más material de protección para continuar en la lucha contra el coronavirus en la que vienen siendo siendo parte esencial desde el comienzo de la crisis sanitaria, en marzo de 2020.
Así, desde la institución se ha procedido a la compra de un total de 833.000 mascarillas (750.000 higiénicas y sobre 83.000 del tipo FFP2), así como 1.250 garrafas que se traducen en 6.250 litros de hidrogel.
Compras diseñadas para facilitar y optimizar la compra de material a los Ayuntamientos
La sexta adquisición a gran escala de este tipo de productos, esenciales en el día a día de la ciudadanía, llega en un momento clave en el que es preciso no bajar la guardia y ser más responsables que nunca a la hora de reducir todo lo posible el riesgo de contagios aumentando al máximo nivel la prevención, ante un escenario en el que la incidencia acumulada crece de forma acusada en el conjunto del territorio nacional en internacional.
Un marco que ha propiciado que numerosos Consistorios de la provincia hayan querido aprovechar de nuevo esta iniciativa de la Diputación de Albacete para seguir haciendo acopio de estos elementos que están resultando imprescindibles, también para el mantenimiento de sus servicios públicos de forma segura tanto para sus poblaciones como para sus profesionales.
Tal y como siempre ha venido recordando el presidente provincial, Santi Cabañero, mediante esta fórmula de las compras conjuntas que la institución comenzó a trabajar en abril de 2020, desde la Diputación se busca seguir al lado de los Ayuntamientos, siendo ejemplo de una forma de hacer basada en la suma de esfuerzos y en la cooperación y ofreciéndoles mecanismos que vengan a darles facilidades, en este caso, para que puedan abastecerse de forma ágil (y a precios más competitivos que si acudiesen al mercado por separado), de este tipo de artículos que tan indispensables vienen siendo a la hora de enfrentar la crisis sanitaria.
Una vez realizada esta sexta adquisición conjunta (y teniendo en cuenta también aquella primera gran compra de diverso material de protección que la propia Diputación hizo a su cargo en las primeras semanas de la pandemia para repartir entre todos los Consistorios), la Casa Provincial habrá gestionado la adquisición de unos 3 millones de mascarillas.
Además, también la propia Diputación se viene encargando, directamente y desde el primer momento, de proveer de equipos de protección personal a quienes prestan el Servicio de Ayuda a Domicilio del Consorcio de Servicios Sociales a lo largo y ancho de la provincia, atendiendo a personas vulnerables (fundamentalmente, mayores y dependientes) dentro de una labor que, en este marco de pandemia, está siendo más esencial si cabe.