Becas
Fraile en su celda. Adolfo Sánchez Megías. 1885. Óleo sobre lienzo. 136 x 115 cms. (Palacio). En el ángulo inferior derecho figura la dedicatoria:
«A la Excma. Diputación Provincial de Albacete S. Megía. LM85».
La concesión de becas de estudio probablemente se remonte a la puesta en funcionamiento de la Diputación provincial, la fuente documental más antigua que nos permite documentar esta actividad son los libros de cuentas individuales que datan del año 1871; pero, por tratarse de una fuente indirecta, y en cierto modo imprecisa, es conveniente completar la información mediante la consulta de las actas de la comisión de cultura y, desde el momento en que se convocan, de los expedientes de concurso oposición para la concesión de becas de estudio.
Centrándonos en el campo de las llamadas «Bellas Artes» debemos señalar, en primer lugar, que en su concesión se englobaban las ayudas de pintura, escultura, arte dramático y música. En esta especialidad, al menos desde el año 1932, se concedían dos tipos de becas: las destinadas a cualquier estudiante de la capital y las denominadas «Pablo Iglesias», restringidas a los asilados de las Instituciones Benéficas.
La concesión de becas estaba regulada desde el 30 de julio de 1949 (Boletín Oficial del 10 de agosto) por medio del Reglamento que ha de regir la concesión de becas para cursar estudios que se destinaban a » […] aquellos estudiantes superdotados, que serán en el mañana próximo albaceteños distinguidos, que den timbres de gloria a la tierra que les vio nacer; entiende esta Sección que nada se consigue otorgando becas dotadas con pobreza a escolares cuya capacitación no les permite salir de un nivel corriente de un vulgar estudiante; la Excma. Diputación solo debe prestar ayuda con la debida esplendidez, a quien dotados por la naturaleza de inteligencias privilegiadas puedan llegar a ser por su trabajo y perseverancia, hombres de ciencia, artistas, juristas, etc, que enaltezcan el nombre de Albacete y su provincia […]» .
El Reglamento creaba becas y medias becas, las primeras reservadas a aquellos estudiantes que no tenían residencia en la capital con la excepción de los universitarios, los de carreras especiales, sacerdotales y de Bellas Artes. Solo podían optar a las becas los naturales de Albacete.
El texto de 1949 se modificó en varias ocasiones: en los Plenos de 26 de mayo de 1950 y 22 de julio de 1954, en los que, entre otras, se introdujeron modificaciones relativas a los becarios en la especialidad de pintura, disponiéndose que «[…] deberán presentar en esta Diputación dentro del mes siguiente a la terminación de cada curso un lienzo con dimensiones mínimas de 60 x 80 montado sobre bastidor y pintado al óleo». En ocasiones, la Diputación costeaba los gastos que imponía a los alumnos esta cláusula, así en la sesión celebrada el 1 de septiembre de 1951, la Comisión de Cultura acordó conceder una subvención de 1.000 pesetas a los alumnos.
La Diputación concedió ayudas de estudio hasta 1968, a partir de esta fecha, y hasta 1976, existe una laguna documental. El 30 de agosto del último de los años indicados se reactiva esta actividad dotándose en 1981 las dos becas existentes con 150.000 pesetas anuales.
Entre los pintores albaceteños becados por la Diputación destacan Guillermo García Sauco Rodríguez (1943/1945), Pedro Torres Cotarelo (1945/1949), Roberto Ortiz Sarachaga Nieto ( 1949/1950). Juan Amo Vázquez (1951/1956) y Ángel González de la Aleja (1956/1961)