Tomás Rico Valarino

Tomás Rico Valarino

Tomás Rico Valarino

Nació en Valladolid donde su padre fue militar. Su abuelo materno, dueño de una fábrica de cristal en Cartagena, circunstancia que provocó que Tomás Rico desarrollara gran parte de su vida en ambas ciudades.

En Madrid llevó a cabo los estudios de Arquitectura, realizando el examen de proyecto en 1876.
Tras obtener el título académico, se trasladó a Cartagena donde fue arquitecto auxiliar del Ayuntamiento entre 1876-78. En esas fechas, Carlos Mancha era el arquitecto municipal y Cartagena vivía aún la reconstrucción cantonal. No debió encontrar Rico muy buenas perspectivas de trabajo allí y en 1878 es nombrado arquitecto municipal de Albacete.

A partir de esta fecha, Tomás Rico llevó un cierto trasiego en el trabajo y en los lugares de residencia. Las tareas de arquitecto municipal y la docencia fueron, a lo largo de toda su vida, las principales actividades laborales. En Albacete residió de 1878 a 1883; donde trabajó como profesor auxiliar de la sección de ciencias del Instituto de Albacete de 1878 a 1882, y de 1880 a 1882 como profesor de Dibujo y Modelado.

En 1882 será nombrado arquitecto de Hacienda de Murcia y arquitecto del Estado; con este cargo dirigirá, entre 1882-83, en Albacete las obras de reforma de el Palacio de Justicia. Después, se trasladó de 1883 a 1884 a Jaén como arquitecto provincial interino, para volver a finales de 1884 a Albacete como arquitecto provincial, hasta que en 1887 se traslada a Cartagena como arquitecto municipal y allí permaneció hasta su muerte en 1912.

Cuando se retiró Carlos Mancha en 1887 y quedó vacante la plaza de arquitecto municipal de Cartagena, a la vez que Tomás Rico la solicitó Marín Baldo, quien por esas fechas era uno de los arquitectos de mayor renombre y prestigio en Murcia, y el más conocido, a nivel nacional, de los arquitectos murcianos. Sin embargo, en la votación efectuada obtuvo la plaza Rico por 18 votos frente a 3 de Marín Baldo.
Además de arquitecto municipal de Cartagena, fue desde 1902 profesor interino de la Escuela Superior de Industria, de 1902 a 1905, profesor interino de practicas de topografía y de 1904 a 1905, profesor interino de prácticas de taller en el mismo centro.
En esta ciudad sus obras más relevantes son el Gran Hotel, terminado por Beltrí, el edificio Pascual de Riquelme, el Antiguo Ayuntamiento y las Escuelas Graduadas de la calle Gisbert.

En Cartagena pasó el arquitecto los años de la madurez, sus obras más juveniles las dejó en Albacete, población manchega que empezaba a prosperar con las obras del ferrocarril, donde el eclecticismo y modernismo dejaron una profunda huella hoy barrida.

Falleció repentinamente en 1912.